Karoshi, morir por trabajar demasiado
Hay algunas palabras japonesas que se introdujeron al inglés y otros idiomas como sushi, karaoke, onsen, etc. Esta vez, presento a la palabra “karoshi”, que significa morir por trabajo demasiado. No estoy segura si esta palabra se usa entre hispanohablantes pero al menos, se convirtió en una palabra inglesa tal como es.
A menudo, dicen que los japoneses son muy serios y trabajan demasiado. Eso es cierto. Y cada año, muchos trabajadores mueren como resultado de trabajar demasiado. Algunas personas socavan la salud y mueren, otras, pierden el equilibrio mental y se suicidan, otras fallecen por accidentes como resultado de no descansar lo suficiente. Y en muchos casos, ni siquiera llega a ser noticias porque es una cosa cotidiana en la sociedad japonesa.
Estuve en México, Cuba y algunos países europeos pero nunca he visto a gente que trabaja hasta que mueran, ni he escuchado tal historia. Creo que la manera de trabajar de los japoneses no es normal. Ellos trabajan no sólo en sus oficinas o lugares de trabajo sino también en sus casas llevando muchos datos y tareas del trabajo incluso los fines de semana. Y lo peor es: si sus jefes son adictos al trabajo, otros trabajadores también tienen que trabajar igualmente como ellos. Es como una presión sin palabras.
Entiendo que para algunas personas, sus trabajos son el significado de la vida y a los que dedican su pasión. Pero cada persona tiene su propia prioridad. Y por supuesto, no es que todos los japoneses sean adictos al trabajo y especialmente en la generación joven, ahora hay una tendencia a pensar que el trabajo es sólo un factor de la vida.
Pero cuando recuerdo a mis amigos alrededor de mi, siempre hay gente que trabaja siete días a la semana y sólo toma unos días para descansar al año. En sus casos, no es que sus jefes los obliguen a trabajar tanto sino que lo hacen por su voluntad, continuan trabajando de esa manera. Según escuché sus historias, sienten mucha responsabilidad por sus trabajos y piensan que nada funciona bien en sus trabajos sin ellos. Y a veces, a pesar de que sus jefes intentan que descansen, ellos lo rechazan y no dejan de trabajar.
No viajan excepto por negocios, no sienten nada aunque no vean a sus familias por muchos años y no tienen pasatiempos excepto sus trabajos. Pero para ellos, trabajar así les da felicidad, al menos eso me parece. Si les quitan sus trabajos, van a ser como muertos sin saber qué deben hacer. Escuchamos frecuentemente historias de jubilados que han perdido toda la pasión después de salir de sus empresas.
Suelen decir que la sociedad japonesa no es flexible y no hay tanta tolerancia. Todavía muchos trabajadores intentan trabajar en una sola empresa durante toda su vida. Es decir, la empresa que eligieron por primera vez se convierte en la última. También, algunas personas piensan que trabajar en el mismo lugar con paciencia es una virtud. En este tipo de ambiente, sus empresas son como familias o algo más que sus familias considerando todas las horas que pasan allí.
Y hay otra sorpresa para mí. Algunos miembros de la familia ya no quieren que su esposo o su padre estén en sus casas, ya que los lazos familiares han desaparecido. Este tipo de situación se ve en todas partes en Japón. Como no hay espacio en sus familias, ellos tratan de estar más tiempo en sus lugares de trabajo.
Por eso “karoshi” no es sólo un problema de la forma de trabajo, del sistema o de las leyes laborales. La verdad es que existen leyes claras para proteger a los trabajadores en Japón. Pero siempre hay empresas malas que intentan sobrecargarte de trabajo ignorando las leyes. Si los trabajadores se encuentran en tal situación, siempre pueden consultar de forma gratuita y pueden luchar con sus empresas a través de sus sindicatos. A falta de sindicatos, hay instituciones para pedir apoyo.
Sin embargo, muchos trabajadores siguen trabajando incluso si sus entornos laborales son terribles. Porque si se quejan sobre sus labores, corren el riesgo de ser despedido. Y muchos trabajadores creen que es mejor seguir trabajando en la misma empresa que cambiarla y emprender un reto nuevo. Y este tipo de comportamiento permite a las empresas que tengan poca conciencia de cumplir con las leyes laborales. En general, los japoneses son cautelosos de cambiar sus vidas incluso si hay tantas quejas.
El problema de “karoshi” expresa muchos aspectos de la sociedad japonesa y la característica de pensamientos y comportamientos. Lo que está claro es que no es una buena manera morir así.
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